Del silencio surge en ocasiones, sólo en ocasiones, algún susurro. Querer extraer algo más es una ingenuidad. Eso lo sabe Sonia Bueno, la ganadora del Primero Premio Internacional de Poesía Joven de la fundación José Hierro con su obra Retales. No es ninguna ingenua, conoce como tirar del hilo del silencio hasta enseñarnos retales de verdad. Son pequeños poemas, pequeñas joyas, que están por debajo, encima, o dentro de las palabras. Asoman la cabeza, respiran, desde el silencio. Nos muestran las tramas en las que el yo discurre, sus distintos planos. Emergen los fragmentos con que nos construimos. El que mira/el que escribe consigue entonces saberse fragmento, única certeza imprescindible para vivir. La escritura es la manera en que esto puede descubrirse. Por eso Sonia reflexiona en el libro sobre la creación, lugar en el que encontrar las pistas para conocer. También por eso retuerce las palabras, le hace decir todos los mensajes que esconden trabajándolas hasta que su sonido sea el natural, el original. Se consigue, así, la mezcla perfecta entre inteligencia y sensibilidad, el equilibrio perfecto. Se trata de quitar un velo y mostrar algo de lo que somos, algún retal.
Sonia lo hace muy bien. A mí me gusta mucho.
Es una artista. Tiene un estilo propio, una voz reconocible. Eso, para mí, es muy importante.
Yo creo que la voz es una voz de muchas voces. Creo que el estilo es la persona y que la persona cambia constantemente según el contexto. Porque lo único que permanece es el cambio, incluyéndonos a nosotros. Pero entiendo perfectamente lo que dices y tienes toda la razón: tiene mucho arte y por eso es admirable y la admiro. Un saludo.